EAN: 9788490502877
Nº de páginas: 348
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SinopsisEste libro seguro que no defraudará, muy al contrario, a los lectores y lectoras habituales de la investigación histórica, muy especialmente a los que están interesados por nuestra reciente Historia, encontrarán en estas páginas unas fuentes inéditas de sucesos y acontecimientos.La DesbandadaEn los primeros días del mes de febrero de 1937, da comienzo el terrible éxodo apocalíptico; La Desbandada de miles de personas (mujeres de todas las edades, niños y ancianos), que con lo que pueden transportar y con los medios (escasos) a su disposición, caminan en busca de su libertad, desde Málaga a Almería, como lugares que consideran seguros y lejos del alcance de sus matarifes. Fue una cacería sin riesgo la que realizaron los fascistas sobre una población civil, que pretendía acogerse en la zona aún en manos de la república. Almería.Durante el camino hasta Almería, la población civil fue masacrada sin compasión, por mar y aire, por el ejército franquista. Se estima que fueron asesinados entre 3.000 y 5.000 personas. Se prohibió al resto de la población prestarles cualquier tipo de ayuda, bajo amenaza de muerte. Niños subidos en burros, cojos caminando por el monte y rostros marcados por el hambre. El espectáculo era aterrador; aquí, una madre lloraba sobre el cadáver de su hijo; allí, unos niños aterrados no soltaban la mano de la madre muerta. Llenos de terrible desesperación, los hombres maldecían al mar, a la tierra, al cielo, a la guerra, al fascismo, a todo lo que era causa de su desgracia, a todos los responsables de todos los sufrimientos que padecían. Maldecían al Dios que reinaba sobre esa tierra y ese cielo, mortíferos maldecían a los hombres que permanecían indiferentes ante sus sufrimientos.No hubo refugio, ni piedad para aquellas personas. Solo pudieron continuar su camino de sufrimiento y muerte en busca de libertad.Los restos de la mayoría de aquellos inocentes permanecen aún en las cunetas de esa carretera maldita. Autor:¿Sabías que... ...en la carretera de muerte, entre Málaga y Almería para eludir el olor de los cadáveres descompuestos la población civil y los soldados republicanos se tapaban la nariz y la boca con pañuelos regados por sus propios orines?...el Papa, Pío XI antes de morir en Roma el 9 de febrero del 1939, envió a Franco un telegrama de agradecimiento por la inmensa alegría que le deparó la victoria católica de España?
